Los BaLseros de Rurrenabaque

Pequeño paréntesis. Un viaje dentro del otro. En Santa Cruz nos quedamos más tiempo del esperado para recuperarnos completamente de unas nuevas fuertes innombrables. Sabíamos que nos esperaban bastantes horas de autobús hacia Rurrenabaque, pero no podíamos ni imaginar lo que nos aguardaba...Un aventurón!
Primero fueron 11 horas hacia Trinidad en el " Divino Niño"(o las compañías de autobuses tienen bastante devoción o es un nuevo método de evangelización expréss. Nada mejor que ver pasar la flota Juan Pablo II con su imagen gigante). En total 550 Km. Como era de noche no estuvo muy mal. LLegamos a Trinidad a las 7 de la mañana, tiempo justo para tomar un api con buñuelo y el siguiente bus. Este no tiene nombre pero un conejito playboy. . Nunca habíamos visto hasta ahora un autobús todoterreno.
Las bicis tienen que ponerlas arriba con la mayor parte del equipaje. La distancia hasta Rurrenabaque es de 390 Km. 8 horas indica nuestro mapa, aunque nos avisaron que podrían ser más, según el estado de la carretera, que es de tierra.
El autobús es de lo más folklórico. Nos toca asiento trasero donde se notan más los botecitos y se acumulan los paquetes que no entraron ni arriba ni abajo. Al lado un montón de niños : una que prefiere dormir en el pasillo sobre una manta y otro que tiene una enorme rata blanca de ojos rojos como mascota sobre su hombro. 2 animadores venden a grito pelado (el motor del tanque es enorme) colgantes y anillos de oro, pulseras antitodoslosmales y crema de baba de caracol (la cual nos extiende graciosamente en el rostro) . Se bajaron justo en el control policial especializado en estupefacientes que registró prácticamente uno a uno cada equipaje. Bajo mi supervisión porque como estaba sentada la última no me dejaron salir (alguien tiene que ver lo que hacen con las maletas). Preámbulo de lo que vendría después hasta entonces habíamos hecho unos 80 Km en unas 4 horas.
El autobús costaba unos 12 euros, pero estoy segura que mucha gente pagaría muchísimo más por hacer ese recorrido. Es un auténtico safari!!! Atravesamos el río Mamoré ( el más caudaloso) y nos adentramos en la Estación Biosférica del Beni, un humedal con cantidad de garzas, ñañdúes, tucanes etc ,etc. Una maravilla. Incluso una familia de capibaras atravesó la ruta ( son los roedores más grandes del mundo , de unos 80 kg).
El camino se va poniendo cada vez más empantanado porque llovió el día anterior, así que al cabo de un rato el gigante se clava en el barro. La primera vez el conductor cavando con una pala bastó . La segunda fueron 5. La tercera nos hicieron bajar a todos y caminar un poquito hasta una zona mejor. Para la cuarta fue necesario enganchar una cadena para tirar. A la quinta llamaron a todos los hombres del bus para ayudar....y así innumerables veces. Cada 1km de saltos y derrapes nos quedábamos bloqueados. Y cuando no éramos nosotros era otro bus delante. Se estableció una gran solidaridad fraternal interpasajeros, nos repartíamos galletas, agua e historias mientras esperábamos pacientemente , sobretodo las mujeres..jeje. Al final incluso me fui a ayudar para sacar a otro bus para cuyos pasajeros era la segunda noche en ruta por culpa del barro (hartos y hambrientos la mayoría se fue a andando al pueblo próximo). Todos todos acabamos de barro hasta las cejas. Eso sí, es increible. En Europa la mayoría de los pasajeros estarían indignados e histéricos. Aqui todo eran risas y calma. Y eso que la mayoría de la gente no se quedaba en Rurrenabaque sino en Riberalta o Guayaramerín (600 km más). Se hizo noche y agotados decidimos dormir unas horas hasta el amanecer, a pesar de que no habíamos comido desde las 1. De día fue mucho mejor, desayunamos como limas en San Ignacio de Moxos donde deambulaban centenares de pasajeros embarrados y hambrientos de varios buses. La ruta también estaba más seca así que despacito y con tambuleos, pero disfrutando del maravilloso paisaje hasta llegar por fin a Rurrenabaque. TOtal 35 horas!!!


Por fin pescado!!Una blanquita recién salida del río Mamoré. Mientras monta el bus la compras y te la llevas en una bolsita de plástico

Nos dejamos llevar por la corriente. Una barca a motor nos ayuda en la dirección.

Pueblitos en el camino

Rurrenabaque, 105 m de altitud, clima tropical, bañado por el río Beni, entrada del parque Madidi, uno de los de mayor biodiversidad del mundo..Un pequeño paraíso.

El parque Madidi está protegido desde el año 95. Se hizo famoso gracias al libro "Back from Tuichi" de Yossi Ghinsberg, un israelita que se perdió y logró sobrevivir un mes en la selva a finales de los 70 ( hay muchísimos turistas israelíes) y a National Geographic. En él viven diversas etnias como tacanas, mosetenes y chimanes.

Aventurón en la selva durante 5 días con un superguía moseteno, Reinaldo, y Jesús viajero vasco!!

Imposible describir..comenzamos comiendo larvas y acabamos navegando en balsa por el Tuichi.

2 noches en el campamento , 1 en plena selva y otra a borde del río. Hasta 61 especies vimos entre arañas, papagayos, tucanes, buitres, cóndor, tipos de monos , hormigas carnívoras, tarántulas, ranas, chanchos, mariposas, y árboles medicinales, gigantescos( hay un mapajo en el parque de 25 m de diámetro), árboles que caminan etc, etc. No vimos el jaguar ni la pucarara(serpiente mortal que salta a 15 m), ni al puma ni los caimanes..pero casi mejor no?

A golpe de machete entre una vegetación tan exuberante que casi no deja pasar la luz..

Comprando pescado en el puerto de Rurremabaque

Bananas poor el Beni

Sacando el jugo de la caña de azúcar

Aprovisionamiento de frutas

Río Tuichi, mirador junto al campamento

Campamento de "Mashaquipe" (la agencia ecoturísitca, muy recomendable!)


Jesús y Reinaldo de sobremesa

Mariposa de camuflaje

La selva!!!!

Arbol que camina

Los artesanos nos muestran sus habilidades: canastos y abanicos de hojas de palmera, flechas y arcos para la caza y pesca, trenzado con hojas de jatata para la construcción de las cubiertas, y toda clase de adornos con semillas

Mi nuevo anillo!

Cuerda para el arco

Manera tradicional de pelar el arroz, a base de golpes

Tejiendo la jatata pour les toitures

Macario

Preparando los troncos para la construcción de la balsa ( madera de balsa)

La única vez que tuve el machete de Reinaldo en mi posesión!!!

Pesca nocturna con pirañas como cebo...no fructífera por poca paciencia

Nos estaría mostrando un mono

Bananeros gigantes

Mirador donde se avistan parejas de papagayos y cotorras que viven en los huecos del acantilado rocoso

Ultima noche dormiremos a borde del río Tuichi

Reinaldo nos prepara una bebida de licor de caña( 96º) con limón y azúcar..rica rica..jejej.

Jesús chapotea en el Tuichi..

Campamento, siempre con mostiqueras. Bruma matinal

Desayuno de "payasitos"

COnstrucción de la Balsa con la que descendemos por el río Tuichi hasta el río Beni

Y para celebrar acabamos en Rurrenabaque regándonos con cerveza Paceña , bailando y cantando música balsera. MOnumental borrachera!!!

"El balsero va por el río, como para el puerto de Rurrenabaque..

El balsero va por el río, como para el puerto de Rurrenabaque..

y se va robando y se va robando,una morenita para ser feliz

y se va robando y se va robando,una morenita para ser feliz......................

Version Française :

A Santa Cruz nous cherchons un bus pour Rurrenabaque. On choisi la compagnie el divin niño mais on aurait aussi pu prendre sa voisine la compagnie Jean Paul II qui affiche sont beau portrait sur les cotés du grand bus deux étages. 11 heures de bus dont une nuit pour arriver à Trinidad a 7 heures du mat. Juste le temps de prendre un api nous repartons dans un nouveau bus, un tout terrain. Les vélos sont montés sur le toit. Sur la vitre avant du bus un dessin de play boy, à l’intérieure le portrait du Christ remplace la TV. Normalement il faut 8 heures pour faire les 390 kms. On nous avait avertis qu’il pouvait mettre plus de temps. Mais jamais on aurait pensé passer 35 heures, deux nuits.
Au commencement tout va bien. Deux gars nous divertissent avec leurs publicités pour une crème de bave d’escargot antiride etc... des bracelets magiques...

A la première rivière qui barre le chemin nous prenons un ferry. Tout le monde descend. Quelques dizaines de kilomètres après rebelote, tout ça dans le plus grand calme et dans la lenteur.

C’est dans un paysage bordé de forêt tropical peuplé d’animaux insolites que le calvaire commence. La veille la région a reçu des pluies abondantes qui ont transformées le chemin de terre battu en piste de boue bien argileuse. Le bus prend de la vitesse pour ne pas rester coincé moins très vite on s’embourbe. Le moteur s’arrête et on sort les pelles pour dégager la boue bien collante hyper glissante. Au 4eme embourbement les chauffeurs demandent aux hommes (les femmes et enfant restent au chaud) de sortir et pousser le bus. Tout les 500 mètres c’est la même histoire. La nuit arrive, on tire une corde pour que le bus ne parte pas sur le bas coté. Nuit interminable, il faut également aider les autres bus qui bloquent le passage. Les Boliviens enlèvent leur chaussures, pas moi et je les ai remplies de gadoue. A chaque nouveau départ on espère avancer longtemps. Tous sont boliviens sauf un suédois et nous. A 10 heures du mat première pause dans un village pour manger, enfin. Plusieurs heures après le chemin devient sec.

C’est incroyable, on a plus de 24 de retard, on nous oblige a pousser de jour comme de nuits dans la gadoue et personne de dit rien. Aucune personne de râle, ni fait ressentir un mécontentement. C’est normal ici... ?

Rurrenabaque est une petite ville au bord du fleuve Beni entourée par la selva. Il fait chaud, on se remet en teeshirt et en short (pas longtemps en short... moustiques). On choisi une agence pour partir découvrir la jungle dans le fameux parc Madidy. Mashaquipé est jeune agence de deux ans créé par une communauté qui vie dans la selva au cœur du parc. On y passera 5 jours.
Avec Jésus de Los Pais Basco, Reinaldo notre guide nous enseigne la médecine par les plantes, le nom des arbres qui servent a l’artisanat, a la construction. Balades, bivouac au cœur la jungle, dégustations de larves et bien d’autres surprises : l’arbre qui marche, singes, perroquets, fourmis carnivores... Mais nous ne verrons pas le jaguar ni la Pucarara (le serpent le plus mortel, il saute jusqu’a 15 m).
Apres un bivouac de deux jours nous construisons « una balsa ». C’est un radeau construit avec l’arbre balsa trouvé sec au bord du fleuve Tuichi (le bois des maquettes, parfait pour flotter). Le balsa découpé en fines lamelles nous sert de sangle. Un seul outil, la machette. Et voila on descend sur notre navire jusqu’au rio Beni.